Cuántas veces hemos escuchado la expresión de que el ingrediente secreto de un buen plato es el amor, lo sé, suena muy cursi pero en el fondo pienso que no le falta razón.
Personalmente desde hace unos meses he pasado de saborear los platos de mamá a ser yo la que los prepare, cosas de la independencia, así que he podido comprobar en mi propia piel la importancia de ese “cariño” al cocinar.